Tomado de LA SILLA VACÍA.COM
Portada, Nacional 4 Diciembre 2010
Unas horas después de reunirse oficialmente durante dos días y por primera vez con los militantes de su nuevo movimiento Corriente Democrática, Gustavo Petro se reunió anoche con el presidente Juan Manuel Santos para discutir los proyectos de Ley de Víctimas y de restitución de tierras. También conversaron sobre el tema del agua, y la reforma a la salud.
Para los del Polo era obvio que Petro quería salirse del partido para poder reunirse con el gobierno sin tener encima las críticas de la colectividad. “Para ser un regalado”, dijo uno de los militantes del Moir a La Silla Vacía.
Para los de Corriente Democrática, en cambio, es el primer paso para el nuevo proyecto de izquierda que esperan fundar: un proyecto que hable con el gobierno cuando quiera, se oponga al gobierno cuando quiera, y dónde la oposición no sea un principio fundamental sino un concepto moldeable de acuerdo a las circunstancias.
Petro obtuvo un millón trecientos mil votos en la primera vuelta presidencial, la cuarta votación entre todos los candidatos y la obtuvo con el apoyo de todos los movimientos de izquierda que se congregan en el Polo Democrático Alternativo. A Petro lo apoyó la Anapo- la corriente de la que ahora es el mayor crítico- el Moir, el Partido Comunista y la Alianza Democrática. Y ahora, para las elecciones regionales del próximo año, ya no cuenta con ellos.
¿A quién se llevó Petro? ¿Qué tan fuerte puede llegar a ser su movimiento y qué propone esta nueva colectividad? Esta es la visión de Corriente Democrática.
La izquierda que hizo Unidad Nacional
En el primer comunicado que envió Petro a quienes quieran unirse a su movimiento, invita a “los demócratas de Colombia, del campo y la ciudad, incluidos la ASI, el Partido Verde, las AICO, militares patrióticos, sacerdotes católicos, pastores de las distintas feligresías y laicos y otras vertientes políticas y sociales; liberales independientes, conservadores demócratas, empresarios nacionales, artistas, jóvenes, afros, cooperativistas”. Básicamente, todos estan invitados. Esa es la filosofía que tienen los antiguos dirigentes del Polo que se fueron con Petro.
“Esta es una apertura para una posible alianza con el partido Verde o con el Partido Liberal”, dijo a La Silla Vacía Margarita Fajardo, quien fue coordinadora regional del Polo en Risaralda, un departamento donde la izquierda no tiene mucha fuerza. Como ella piensan varios exdirigentes de comités departamentales del Polo que ahora hacen parte de Corriente Democrática, entrevistados por La Silla Vacía durante su encuentro en Bogotá. Las alianzas también son una posibilidad para exmilitantes del Polo en el Valle, Barranquilla, Quindío, Boyacá o Bolívar.
La mayoría de ellos hacen parte del PTC, el Partido del Trabajo de Colombia. Una corriente que se unió al Polo cuando se fundó y cuyo líder más visible es Marcelo Torres. “Marcelo desde los setentas propuso una política de unidad”, dijo a La Silla Vacía Delys Puerta Arellano, quien hacía parte del Comité Departamental del Polo en Bolívar.
“El problema es que para el Polo Santos es Uribe III”, dijo a La Silla Vacía Marcero Torres. “Hay una diferencia con Santos en el tema de tierras, de víctimas, en el tema de la terna para Fiscal o el acercamiento a Venezuela y Ecuador. Por esto acá estamos reunidos delegaciones de 22 departamentos que queremos coordinar una corriente democrática de izquierda”.
Hay tres temas fundamentales en la propuesta de este nuevo movimiento, y que solían ser los tres ejes de la campaña de Petro. El tema de tierras: cómo devolverle a los campesinos la tierra que les arrebató la mafia. En segundo lugar, el agua: discutir propuestas para conservarla, y regular el derecho a usarla. Y por último, cómo reparar a las víctimas de la violencia. Tres temas por los cuales Petro fue aplaudido en campaña y que ahora se discuten en las mesas del gobierno.
Pero al Gobierno no lo acompañan en todos los temas: han sido críticos de la reforma tributaria que presentó el Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, del proyecto de regalías, y consideran que Santos aún no le ha dado el empuje suficiente al tema social.
El talón de Aquiles electoral
Electoralmente, el movimiento de Petro tiene un gran problema: las figuras electorales que lo han acompañado no pueden salirse del Polo. “Aún estamos trabajando en el tema electoral”, dijo a La Silla Vacía Yesid García, quien solía hacer parte del comité ejecutivo del Polo.
Acompañándolo están senadores como Luis Carlos Avellaneda, Jorge Eliécer Guevara o Gloria Flores y algunos concejales como Carlos Vicente De Roux, en Bogotá. En Cundinamarca, Atlántico o Valle también lo acompañan ediles, concejales y diputados. El problema es que todos ellos, si se quieren hacer reelegir en las elecciones locales del 2011, no pueden hacerlo con la Corriente Democrática. Tienen que lanzarse con el Polo.
La reforma política estableció que, si quisieran cambiar de partido, debían renunciar a su colectividad un año antes de las siguientes elecciones. Si decidieran renunciar al Polo en este momento perderían la curul y ninguno está dispuesto a hacerlo. “Y ellos no pueden incurrir en la doble militancia”, dijo a La Silla Vacía Jonny López, ex secretario general del Polo en Cundinamarca. Es decir, si el Polo y la Corriente Democrática compitieran por algún puesto para alcaldías o gobernaciones, todos los que son afines a Petro pero siguen en el Polo solo pueden -al menos oficialmente- apoyar al candidato del PDA.
“Y sin poder político se acaba un partido. Un partido se mide con credenciales”, dijo a La Silla Vacía Máximo Noriega, ex concejal de Barranquilla.
Pero no todo está perdido. En las filas de Petro hay varios ex dirigentes departamentales del Polo que no ocupan una curul como López o Noriega. “Yo quiero dedicarme ahora a fortalecer la corriente en el Caribe”, dijo Noriega. Igualmente López lo piensa hacer en Cundinamarca, o expolistas como Franklin Legro en el Valle.
Petro no está solo en las regiones.
Aunque varios militantes de Corriente Democrática consideran que es una batalla perdida competir para las elecciones en Bogotá, no creen que estén tan débiles electoralmente en todas las regiones de Colombia. Por lo menos no en la Costa, donde Petro aspira a tener su mayor juego.
En las elecciones pasadas, Gustavo Petro quedó de segundo en la Costa Atlántica. Con medio millón de votos costeños, Petro obtuvo la segunda mejor votación en seis de los siete departamentos costeños. Incluso, le ganó a Cambio Radical en el Atlántico. “Petro entendió una problemática social de la Costa y por eso allá hay más petrismo que Polo”, dijo Noriega.
Gustavo Petro duró más de diez años en el Congreso y lideró los grandes debates contra el paramilitarismo en la Costa. Sus denuncias pusieron en la agenda pública los vínculos entre las mafias y el poder político. Por su lengua, cayeron el ‘gordo García’, poderoso congresista sucreño, condenado a 40 años de cárcel por la masacre de Macayepo. También salpicó al senador Salvador Arana, también condenado a 40 años.
Por todo esto, Corriente Democrática espera tener éxito en las elecciones locales del norte del país, y sobre todo les puede ir bien si estan abiertos a negociar con otros partidos. El movimiento de Petro ayudará a medir qué tanto del Polo alcanza a llevarse este excandidato presidencial para las elecciones del 2011. Ahora les falta inventarse el cómo hacerlo.